El glaucoma es una enfermedad que afecta el nervio óptico del ojo, provoca que la visión del paciente se pierda de manera gradual y de no tener una detección a tiempo seguirá su evolución progresiva hasta causar ceguera irreversible. Este padecimiento puede afectar a cualquier persona, sin embargo, incrementa el riesgo en adultos mayores de 45 años, personas con diabetes, pacientes que padecen migraña y aquellas que tienen parientes con glaucoma.

La intervención quirúrgica se sugiere cuando el paciente presenta intolerancia al tratamiento para glaucoma o éste resulta insuficiente para evitar la progresión del glaucoma.

Para tratar quirúrgicamente esta patología ocular, existen distintas técnicas y corresponde al oftalmólogo recomendar la más adecuada para cada caso.

¿Cómo es la cirugía del Glaucoma?

Todas las técnicas de tratamiento para glaucoma se realizan normalmente bajo anestesia local, es decir, aplicando anestesia al globo ocular. Así, el paciente está despierto y consciente en todo momento, pero no experimenta ningún tipo de dolor durante la cirugía del glaucoma. El anestesista proporciona también fármacos sedantes al paciente para que esté tranquilo.

Tipos de tratamiento para Glaucoma

Cirugía filtrante de glaucoma

Esta es la técnica quirúrgica más utilizada, y se llama así porque lo que intenta es crear un drenaje o fístula que permita la salida del líquido intraocular o humor acuoso sin obstáculos hacia el espacio subconjuntival.

Comúnmente la más aplicada es la Trabeculectomía. Así como la menos invasiva que es la Esclerectomía profunda no perforante (EpNp).

La Trabeculectomía se realiza una pequeña apertura a nivel de la parte anterior del ojo, produciendo una comunicación directa del espacio intraocular con el subconjuntival.

Mientras en la Esclerectomía profunda no perforante (EpNp) consiste en la extracción de una porción de tejido ocular, dejando intacta la parte más profunda, o sea, no se realiza un procedimiento penetrante al interior del ojo. Esta parte, de apenas unas micras de grosor, actúa de filtro; permitiendo la salida del líquido intraocular de manera más controlada y progresiva.

Cada paciente, según las características de su glaucoma y los aspectos anatómicos de su globo ocular, necesitará un tipo de tratamiento para glaucoma como cirugía filtrante de glaucoma u otro.

El Implante Express

Este es un procedimiento intermedio. Se trata de un fino conducto que se inserta en la parte anterior del ojo y permite el drenaje de HA (humor acuoso) desde el interior del ojo hacia el espacio subconjuntival.

Dispositivos de drenaje del humor acuoso para el tratamiento para glaucoma

Estos dispositivos se reservan para casos más avanzados de glaucoma, en los cuales haya fracasado una técnica de filtración previa, o bien, si ésta no sea posible dadas las características del ojo.

Constan de un tubo que se introduce en la parte anterior del ojo, por donde se produce el drenaje de humor acuoso (HA). El líquido intraocular drena hacia el cuerpo del dispositivo y queda alojado por debajo del párpado superior, por lo que no es visible desde el exterior.

Tipos de dispositivos de drenaje del humor acuoso

Existen dos tipos de dispositivos de drenaje: valvulados y no valvulados.

Los dispositivos valvulados poseen un sistema valvular que limita, en cierta medida, la salida de HA al alcanzarse un cierto nivel de presión intraocular. Por lo tanto, son de más fácil manejo ya que comienzan a funcionar inmediatamente.

Los no valvulados, no poseen este mecanismo, por lo que, al ser un “tubo abierto”, necesitan ser ocluidos durante las primeras semanas para evitar un “desagüe” brusco del ojo. Sin embargo, se han mostrado más eficaces en diferentes estudios comparativos. Este tipo de dispositivos producen una mayor y más sostenida disminución de la presión intraocular, aunque requieren de más maniobras para evitar la hipotonía ocular.

Ciclofotocoagulación transescleral con láser de diodo

Este procedimiento se realiza en casos de glaucoma avanzado en los que el resto de cirugías ha fracasado. No se realiza una intervención quirúrgica como tal, ya que no se realiza ninguna incisión en los tejidos oculares.

Consiste en la aplicación de una sonda de láser en toda la circunferencia del ojo por su parte externa, a fin de coagular las estructuras oculares encargadas de la producción del líquido interno del ojo y disminuir la presión intraocular.

Técnicas MIGS (Cirugía del glaucoma mínimamente invasiva)

Estos son un tipo de técnicas que han ido apareciendo en los últimos años. Consisten en la introducción intraocular de implantes de mucho menor tamaño que los que se utilizan en los otros tipos de cirugía del glaucoma.

Dada el pequeño tamaño de estos implantes, esta cirugía se caracteriza por ser de mínima invasión en el interior del ojo y por su alto perfil de seguridad. Son cirugías que se realizan en menor tiempo que las convencionales y las complicaciones que pueden causar son, por lo general, de carácter leve. Ello hace que pierdan un poco de eficacia si se comparan con las técnicas quirúrgicas tradicionales descritas en los párrafos anteriores.

Sin embargo, hay diferentes tipos de implantes MIGS, y algunos de ellos, utilizados en los casos adecuados, producen una disminución de presión intraocular muy comparable con las técnicas filtrantes.

Además, como ya hemos visto, el tratamiento médico del glaucoma no está exento de complicaciones. Por lo cual, esta cirugía es más convenientes para el paciente, sobre todo porque es muy eficiente combinarla con una cirugía de la catarata, ya que causa muy poca inflamación postoperatoria, y permite una más rápida recuperación visual.

Cuidados después de la operación de glaucoma

Después de la cirugía del glaucoma es importante guardar reposo durante aproximadamente una semana. Si el paciente ha sido intervenido mediante cirugía MIGS, podrá realizar mayor cantidad de actividades más precozmente que con las otras técnicas.

El paciente deberá utilizar colirios antiinflamatorios y antibióticos durante los primeros 2 a 3 meses de postoperatorio de la cirugía del glaucoma. El oftalmólogo modulará el tipo de tratamiento en función de la evolución de cada paciente.

Tras una cirugía del Glaucoma

• Puede verse un pequeño bulto que corresponde a la ampolla de filtración realizada durante la cirugía y es completamente normal.
• Importante no realizar movimientos bruscos con la cabeza, hacer esfuerzos y limitar los movimientos.
• Se recomienda no realizar actividades deportivas durante el primer mes postoperatorio.
• Es normal que el ojo esté enrojecido, dolorido o lloroso, vista borrosa y modificación de la graduación.
• Se recomienda no fatigar el ojo intentando leer durante los primeros días del postoperatorio.

También es posible que, tras una intervención de glaucoma, se vaya desarrollando progresivamente una catarata. Esto sucederá con mayor probabilidad cuanto más invasiva haya sido la técnica empleada.